Arantza Abril, cooperante de MSF, nos cuenta su
experiencia
“Hay días en los que la frustración te gana porque no se
da a basto, pero también muchos días de grandes satisfacciones al ver que las
cosas van mejorando poco a poco para la gente para la que se trabaja”
Gracias a la
amabilidad de Arantza Abril, en este nuevo post de ÁFRICA SE MUERE… ¡NO LES DES LA ESPALDA!,
tenemos la oportunidad de conocer de primera mano la experiencia de trabajo
diario en Médicos SinFronteras (MSF), una de las organizaciones más prestigiosas y reconocidas
en el ámbito de la ayuda a poblaciones en situación precaria y a víctimas de
catástrofes y de conflictos armados.
|
Arantza Abril, cooperante de MSF |
Arantza trabaja con
MSF desde principios de 2010, y hasta el momento ha colaborado en Zambia, Sudán
del Sur y, actualmente, en Iraq. “Normalmente, he trabajado como matrona, pero mis responsabilidades dependen mucho del país y
del tipo de proyecto de que se trate. La mayoría de las veces, mi trabajo pasa
por supervisar matronas locales y formarlas en diferentes ámbitos, abarcando
diferentes aspectos de la
Salud Reproductiva (cuidados pre/postnatales, atención al
parto, prevención de complicación, promoción de la salud, clínicas móviles,
atención a la mujer víctima de la violencia de género, etc.)”.
Por su mayor
repercusión en los medios de comunicación occidentales, el trabajo más conocido
e impactante de organizaciones como MSF está relacionado con su intervención en
situaciones de emergencia, como desastres naturales o conflictos armados: “El ritmo de trabajo es muy rápido y hay pocas horas para
descansar. Normalmente te pasas el día en el hospital de campaña que se haya
preparado dando asistencia médica y luego regresas al campamento a descansar
hasta el día siguiente. Es importante entender que en este tipo de emergencias
se pierden muchas vidas en muy pocas horas, de ahí la importancia de actuar
rápido”.
Sin embargo, MSF
también trabaja de forma regular en muchos otros proyectos, día
a día y lejos de la atención mediática. Como nos cuenta Arantza, en estos
proyectos “la emergencia se ha
cronificado”. Y por eso, para Arantza, no hay unos proyectos más
importantes que otros: “MSF siempre trabaja con las
poblaciones más desfavorecidas y en lugares a los que otra ayuda no llega. Por
eso, cada proyecto es pertinente y relevante. Hay proyectos especialmente
difíciles debido a las circunstancias meteorológicas o al difícil acceso
(físico o político) a la población, pero esas dificultades también nos ayudan a
entender más las dificultades de las poblaciones a las que asistimos”.
Uno
de los aspectos que más nos han interesado de nuestra conversación con Arantza
es el alto nivel de profesionalización de los voluntarios de MSF. Para hacer un
trabajo realmente eficaz sobre el terreno, además de un fuerte espíritu
solidario y un alto nivel de identificación con los valores de la Organización “hay que creérselo de verdad y hacerlo tuyo en cada
situación que se te presenta”. Arantza está muy interesada en
destacar el contenido profesional de su trabajo: “Me gustaría
aclarar que quienes salimos a trabajar a los proyectos de terreno con MSF lo
hacemos con contrato, por lo que, más que voluntarios, somos trabajadores
expatriados. Somos voluntarios en el sentido de que no nos obligan a trabajar
para MSF, obviamente, pero esta es una labor profesional que requiere un
salario y una responsabilidad mutua”.
Desde esta perspectiva, el perfil del cooperante
puede ser muy variado, pero le hemos pedido a Arantza que profundice un poco
más sobre aquellas actitudes y características que, en su opinión, son más
relevantes para llevar a cabo las diferentes misiones: “Por un lado, es extremadamente importante ser
una persona flexible y que se adapte fácilmente a los cambios y a los
diferentes contextos/realidades/culturas, y esto pasa por ser una persona
abierta y muy respetuosa hacia lo diferente. Hay cosas o valores que para
nosotros, los occidentales, son básicas y nos choca que no lo sean para otras
culturas. Para trabajar con gente diferente es importante estar abierto a
entender otras realidades, a dejarse empapar por ellas y también a estar
dispuesto a aprender de ellas. Ser una persona emocionalmente estable también
ayuda, sobretodo cuando se trabaja en organizaciones que se enfrentan a
situaciones muy duras y a emergencias humanitarias continuamente”.
Después
de haber conocido una perspectiva tan directa y personal sobre el trabajo de
los miembros de MSF sobre el terreno, nos gustaría que Arantza nos contara algo
más sobre MSF y, especialmente sobre la forma en la que obtienen y gestionan
sus recursos, un tema delicado por las malas prácticas que han sido propias de
algunas presuntas ONG, que han trascendido a los medios de comunicación y que
han podido generar desconfianza en los ciudadanos occidentales: “En 2011, el gasto de MSF España fue de casi 111 millones de euros, de
los cuales un 87%
se gastaron en la misión social de MSF, esto es en los proyectos de ayuda
médico-humanitaria en terreno y en las labores de testimonio que son tan
importantes para exponer las situaciones por las que pasan las poblaciones a
las que MSF atiende. El resto, un 13%, se destina a la captación de fondos y a
administración. Toda esta información, los balances, las cuentas, los informes
de auditoría, está disponible en la web de MSF, con el fin de que pueda consultarla cualquier
persona. Siempre hemos apostado por una política de rendición de cuentas y de
transparencia, no sólo ante los socios que nos confían sus fondos, sino ante la
sociedad en general”.
Y
ya que hablamos de dinero, es inevitable hacer referencia a la crisis económica
actual y a su influencia sobre los recursos que los estados destinan a la
cooperación para el desarrollo que, en el caso de España, se ha reducido en
algo más de 1.000 millones de euros, casi un 40%, con respecto al año 2011.
Aunque este análisis global está fuera del ámbito de trabajo de Arantza, si nos
gustaría saber cual considera ella que puede ser su repercusión en la actividad
de MSF: “La dependencia de MSF de financiación pública es muy
reducida, de un 10%. Son ingresos importantes, pero, si
sufren un retroceso, contamos con la financiación privada y sobre todo con
nuestra base de socios fijos, que constituye una fuente financiera fundamental,
muy comprometida, firme y estable. En todo caso, los recortes no son una
buena noticia”.
En esta línea, el
efecto de los recortes ya se ha dejado ver en algunos proyectos e iniciativas
como nos explica Arantza: “Seguimos
esperando a que el Gobierno anuncie su aportación al Fondo Mundial para la
Lucha contra el Sida, la Malaria y la Tuberculosis, que es una de las partidas
que ya se ha visto afectada por recortes desde 2010. Este Fondo es crucial para
la lucha contra una pandemia como el sida, y esperamos una contribución
española a la altura de las circunstancias. También pedimos que no se reduzca
la ayuda española a zonas necesitadas de ayuda humanitaria, a zonas donde las
poblaciones necesitan ayuda urgente”.
Finalmente, nos
preguntamos también si la crisis está afectando a la propia disponibilidad de
los ciudadanos para incorporarse a las labores de voluntariado en España y
sobre el terreno como trabajadores expatriados, a lo que Arantza nos aporta de
nuevo sus reflexiones desde su conocimiento y experiencia en MSF: “Por ejemplo, en cuanto a las ofertas para
trabajar en la sede de MSF, es decir en España, depende del tipo de puesto,
pero de forma genérica sí podemos decir que el número de candidatos ha
aumentado sustancialmente en las ofertas de trabajo que MSF hace públicas. Y en
el caso de las candidaturas para salir a trabajar a los proyectos en terreno de
MSF aquí, sin duda, se debe ver por perfiles: los sanitarios parece que incluso
se han visto reducidos, dado que las personas, bien no quieren poner en riesgo
su trabajo, bien en el caso de personas sin trabajo, en general están buscando
asentar posibilidades aquí. Y respecto a los perfiles no sanitarios, en el caso
de MSF, no hay una clara diferencia entre las personas que solicitan ahora y
las que lo hacían con anterioridad a la crisis”.
Todos los
colaboradores y seguidores de AFRICA SE MUERE… ¡NO LES DES LA ESPALDA! queremos
agradecer sinceramente a Arantza su valiosa participación en nuestro blog, ya
que nos ha acercado información de primera mano que nos anima a seguir
trabajando y apoyando, en la medida de nuestras posibilidades, a quienes, como
ella, están implicados de forma tan directa en la ayuda a las personas más
necesitadas.
Por eso, vamos a
hacer el esfuerzo de difundir este importante testimonio que merece ser
conocido por muchas más personas y, en cualquier caso, no olvidéis visitar la
web de Médicos Sin Fronteras (MSF), donde podréis conocer las diferentes formas de colaborar con su
valioso trabajo.
Artículo de: Mari Ángeles García y Pedro Montañés Carrasco