martes, 15 de noviembre de 2011

¿Qué ocurre? ¿Ya no hay crisis humanitaria en el cuerno de Africa?

¡¡Buenos días !!

Como cada mañana me dispongo a hacer revista de los periódicos que suelo leer. Me ha sorprendido que en 4 de 4 el apartado dedicado a solidaridad ha desaparecido... ahora ese apartado se llama Elecciones 20N. Y en la parte de internacional solo se habla de Papademos, Merkel y deudas y primas de riesgo (que como futura economista me parecen interesantes). Pero nada del Cuerno de África, nada de gente que pasa hambre, nada de desigualdades sociales en los países menos desarrollados... NADA DE NADA.

¿Qué pasa? ¿ Acaso los problemas del cuerno de África son una simple moda y cuando no interesan (porque hay otros temas que venden más) simplemente los eliminamos?

Me parece vergonzoso.

Siento que tenía que compartir esto con todos vosotros.

¿Qué opináis las respecto?

Autora: Mari Ángeles García

domingo, 23 de octubre de 2011

Día Mundial de la Alimentación. ¿Nos conciencia?

Bajo el lema “Precios de los alimentos: de la crisis a la estabilidad”, el domingo 16 de octubre se celebró el Día Mundial de la Alimentación, fecha proclamada en 1979 con el consenso de los 152 países, entonces miembros, de las Naciones Unidas. La finalidad: “concienciar a los pueblos del mundo sobre el problema alimentario mundial y fortalecer la solidaridad en la lucha contra el hambre, la desnutrición y la pobreza”. Erradicar el hambre y la pobreza extrema en el mundo es el primero de los ocho objetivos del milenio que la ONU tiene en proceso para cumplir en el 2015. http://goo.gl/rxEVD

Según datos publicados en el último informe de la FAO (http://goo.gl/lPUY), entre 2006 y 2008, más de 850 millones de personas sufrían subnutrición o hambre crónica en el mundo, o lo que es lo mismo, no cubren las necesidades mínimas para subsistir. Si bien las expectativas de entonces eran continuar trabajando para disminuir esa cifra en un 15%, lo cierto es que, la actual crisis económica mundial ha llevado al traste esa visión esperanzadora. Tanto es así, que el cálculo de la FAO sobre personas hambrientas en 2010 era de 925 millones. El incremento de precios de los últimos años en los alimentos y en toda la cadena de producción y distribución hace dibujar un futuro poco halagüeño, especialmente, para aquellos países pequeños, dependientes de las importaciones, donde los recursos son escasos, están mal gestionados y sufren de sobrepoblación.



Y mientras 925 millones de personas no tienen qué llevarse a la boca, los países industrializados desperdician 220 toneladas de alimentos al año, según datos de la FAO. Un desperdicio de alimentos que se produce durante toda la cadena alimentacia: recolección, distribución, exposición y consumo. Desde el pimiento con forma extraña que no se recolecta, al yogurt caducado en la nevera - desde ayer- que termina en el cubo de la basura. Una prueba más de la paradoja de este mundo en el que vivimos. Lo que para el consumidor industrial es un desperdicio, para un somalí sería un artículo de lujo.

Hay que hacer un ejercicio profundo de reflexión individual y colectiva. Hay que tener presente, más a menudo, que los recursos naturales son limitados, que el encarecimiento de los precios depende, en gran medida, de nuestro comportamiento como consumidores, que la pirámide de población ya está invertida - por lo que necesitaremos más por más tiempo-; que el cambio climático es una realidad y que influirá en el reparto y concentración de población y recursos. Es, por tanto, vital aplicar principios de solidaridad y de visión colectiva. De lo contrario, se confirmará las afirmaciones de Charles R. Darwin, (1809-1982) en su teoría de la evolución, donde afirmaba que las poblaciones, terminarían luchando por los recursos y sólo sobrevivirían los más fuertes.





 


Referencias:
http://www.fao.org/getinvolved/es/

http://www.un.org/spanish/millenniumgoals/

http://www.fao.org/hunger/hunger-home/es/

Autor: Paz Ruiz-Zorrilla

miércoles, 12 de octubre de 2011

Premio Nobel Alternativo 2011

Jacqueline Moudeina
El pasado 29 de Septiembre, en Estocolmo, Jacqueline Moudeina (Chad, 1957) ha sido otorgada con los “Premios Nobel Alternativos 2011”, concedidos por la fundación “Right Livelihood Award”. En palabras del Director Ejecutivo de esa fundación, Ole von Uexküll , el premio se justifica por “sus esfuerzos incansables, asumiendo un gran riesgo personal para conseguir justicia para las víctimas de la dictadura en el Chad y aumentar el reconocimiento y la vigilancia de los derechos humanos en África”.


Moudeina, abogada de profesión, abandonó su país natal (Chad) exiliándose en El Congo en 1979, cuando el ex-dictador, Hissène Habré, se hizo con el poder provocando la guerra civil en ese país. Desde entonces, Jacqueline Moudeina ha sido un ejemplo de tenacidad en la denuncia pública de los horrores provocados durante la contienda, y de las persecuciones y crímenes después de ella. La Organización Internacional para los Derechos Humanos estima que, desde 1982 a 1990, el dictador fue causante de la muerte de 40.000 personas y de la tortura de otras 200.000 por motivos políticos. Todavía hoy, Chad es uno de los países de mayor corrupción y violencia política y más pobres del mundo.


En 1995, finalizada la guerra, la abogada y activista, volvió a Chad, donde registró formalmente su nombre, (siendo la primera mujer que lo hacía en su país) e inició una campaña en contra del ex dictador Habré a fin de ser juzgado por tribunales internacionales, entonces exiliado en Senegal y disfrutando de una vida de lujo. Esta labor ha sido motivo de distintos atentados hacia Moudaina. En 2001 presidió en Chad, manifestaciones feministas que denunciaban el fraude de unas elecciones amañadas, siendo agredida por una granada que a punto estuvo de costarle la vida. Volvió a salir del país para recibir atención médica en Francia. De vuelta y establecida en Chad, en 2004, fue nombrada Presidenta de la Asociación de Chad para la Defensa y Promoción de los Derechos Humanos, la conocida ATPDH (por sus siglas en francés), donde proporciona asesoramiento legal gratuito e informa sobre derechos humanos.http://goo.gl/zChbj. Es una de las pocas mujeres y abogadas que ejercen en su país.


Desde que emprendió su lucha humanitaria, Jacqueline Moudeina ha conseguido prestigiosos premios en todo el mundo. En 2002, se le otorgó el premio “Martin Ennals”, el mayor galardón sobre derechos humanos, el único constituido con 9 de las más importantes ONGs de derechos humanos.http://www.martinennalsaward.org/index.html


Los “Premios Nobel Alternativos”


En 1980, la fundación “Right Livehihood Awards” creó los premios que llevan su nombre – conocidos mundialmente como “Nobel Alternativos” en honor a aquellos que “ofrecen respuestas ejemplares y prácticas a los retos que se presentan en la actualidad”. Son premios destinados en su mayoría a proyectos o acciones solidarias, humanitarias y/o de medioambiente. El premio está dotado de 150.000€ que comparten los ganadores para los fines por los que son galardonados, nunca para fines particulares. Los premios honoríficos, sin embargo, no llevan prestación monetaria. En la actualidad ya hay 145 laureados repartidos entre 61 países. Se presentan en el parlamento sueco con una periodicidad anual.


Los ganadores 2011


Comparten el premio, junto con Jacqueline Mondaine: la organización GRAIN internacional, por su trabajo en todo el mundo para proteger el modo de vida y los derechos de las comunidades agrícolas, denunciando la compra y uso abusivo de tierras por parte de bancos y multinacionales (http://farmlandgrab.org); Ina May Gaskin (EE.UU) “por toda una vida dedicada a la enseñanza y a la defensa del papel central de la mujer en los partos, promoviendo el bienestar físico y la salud mental de la madre y el niño”. Trabaja en educación y formación de matronas a favor del parto respetado, evitando las cesáreas innecesarias. Huang Ming (China), premio honorífico “por su excepcional éxito en el desarrollo y despliegue masivo de tecnologías avanzadas para el aprovechamiento de la energía solar, demostrando que las economías emergentes pueden contribuir a resolver la crisis mundial del cambio climático generado por el hombre”. La ciudad de Dezhou, de 5 millones de habitantes, consume todo su agua caliente mediante placas solares de la empresa de Ming. Esta es la primera vez que China recibe un premio de estas características.


Otras referencias:
http://www.rightlivelihood.org/
http://www.afrol.com/es/Noticias2002/chad001_moudeina.htm
http://www.oslofreedomforum.com/speakers/jacqueline_moudeina.html
http://es.wikipedia.org/wiki/Chad

Autor: Paz Ruiz-Zorrilla

miércoles, 21 de septiembre de 2011

Un bol alimenta a un niño durante un mes

Un bol alimenta a un niño durante un mes
Rice Bowls es una organización sin ánimo de lucro cuyo objetivo es luchar contra el hambre. La organización, con sede en Carolina del Sur (Estados Unidos), trabaja sobre todo con orfanatos de Haití, Honduras, Nicaragua, India, Filipinas, Etiopía, Rwanda y Sudáfrica. Desde su creación, Rice Bowls ha recaudado decenas de millones de dólares para aliviar el hambre de los niños más desamparados del mundo.

Alimentan a 1500 niños (¡1,5 millones de platos al año!)
El concepto original de Rice Bowls se materializa en la hucha de plástico (Earthfriendly: de polipropileno 100% reciclable) con forma de cuenco de arroz (alimento básico para muchas sociedades) que recuerda a aquellos que lo necesitan en todo el mundo.

En una sola hucha caben unos 30$, lo que significa comida para un niño durante un mes.

¿Cómo funciona? Las huchas se pueden encargar gratis en la Web www.ricebowls.org y una vez enviado el dinero recaudado puedes quedarte con la hucha. También puedes realizar otro tipo de donaciones (donaciones monetarias directas, comprar hasta 1000 platos de comida o compra de merchandising en la tienda online).

La organización no envía comida sino el dinero para que puedan comprar los alimentos locales y así apoyar la economía de sus comunidades.

Como ves, solo hace falta un poco de imaginación para crear iniciativas atractivas y tangibles que logren canalizar la ayuda. Lo importante (y más difícil) es seguir luchando para mantener el bol siempre lleno.



Es muy fácil hacerte con los cuencos:

1. Encarga los cuencos que necesites en el formulario de la página Web
2. Te los entregarán en la fecha que especifiques en el formulario

Y a continuación…
3. Reparte cuencos a amigos para que ellos también vayan recolectando fondos
4. Establece una fecha para reunirte con tus amigos y juntar el dinero que cada uno ha conseguido
5. Abre los cuencos y junta el dinero
6. Envía los fondos

Autor Marga Escandell

martes, 13 de septiembre de 2011

Una espiral de miseria

Las grandes tragedias humanitarias como la que sufre en estos momentos el Cuerno de África llegan a nuestras conciencias, a través de los medios de comunicación, cuando se alcanzan situaciones desesperadas de hambruna y muerte, con grandes éxodos de población hacia los campos de refugiados y la llegada, siempre insuficiente, de ayuda de emergencia humanitaria a las regiones afectadas.


Pero este es solamente el final de un largo y terrible proceso de deterioro de las condiciones de vida de los afectados que, previamente, han ido adoptando las medidas a su alcance para sobrevivir y en las que el éxodo es el último recurso desesperado.

Este hecho, es de vital importancia pues, aunque en el mejor de los casos, la ayuda internacional llegue en cantidad suficiente para enfrentar la emergencia en estos momentos, la población afectada ha perdido toda su capacidad de resistencia, como podían ser sus medios de supervivencia anteriores (tierras para cultivos y ganado principalmente), así como la precaria red de apoyo con la que pudiera contar, formada por su familia, pequeños comerciantes locales, etc.

El siguiente gráfico, elaborado por Frankenberger y Goldstein (1990:23) y analizado en profundidad por Karlos Pérez deArmiño, profesor de la Universidad del País Vasco ilustra claramente esta situación:


Es terrible pensar en la vida de estas personas, hoy desplazadas en los campos de acogida, que hace ya meses o años vienen luchando por sobrevivir en una situación casi desesperada. Primero, cambiaron sus cultivos por otros menos nutritivos y productivos, pero más adaptados a la falta de agua, con el consiguiente cambio a una dieta de hambruna.

Algunos miembros de su familia ya tuvieron que emigrar a buscarse la vida. Han pedido préstamos miserables que nunca podrán pagar, habitualmente en grano o semillas, tuvieron que vender las cuatro cabras que les proporcionaban algo de leche y, como hemos leído en algunos testimonios escalofriantes, abandonar a su suerte a algunos de sus hijos para poder salvar al resto.

No cabe duda de que, en estos momentos, lo más urgente es concienciar a la comunidad internacional para que preste la ayuda de emergencia necesaria para salvar las vidas de estas personas, pero debemos ser conscientes de que cuando el drama se haya mitigado, y desaparezca de los medios de comunicación, la situación de partida ante la próxima sequía (que sucederá) será mucho peor de lo que era hace un año, que ya era mucho peor que hace dos años, que ya era mucho peor que hace tres años…

Los efectos de la sequía se pueden prevenir con inversiones para el almacenamiento de agua, sistemas de riego, optimización de cultivos y un buen número de medidas preventivas, mucho más baratas y eficientes que las necesarias cuando, como en estos momentos, la situación es desesperada.

Si parece inútil confiar en la humanidad y la solidaridad de los gobiernos de los países desarrollados al menos, y ahora que están tan preocupados por la austeridad, podemos intentar convencerles de que una actuación preventiva bien ejecutada obtendrá mejores resultados con menos recursos.

Contamos con vuestro apoyo en esta difícil tarea.

Autor: Pedro Montañés Carrasco

martes, 6 de septiembre de 2011

Mogadiscio











Incluso la descripción de esta ciudad en la Wikipedia resulta pobre y escuálida en español. Veinte años de guerra y destrucción la han convertido en la capital del hambre, de la hambruna, de lo que UNICEF llama, con lo que parece un eufemismo, “crisis nutricional”

De Somalia supimos ya hace años que es un país caótico cuando la piratería en sus costas amenazaba cada día el transporte marítimo internacional. Para entonces, la prioridad era garantizar la seguridad de los buques. Poco se supo de los grandes proyectos de ayuda financiera y fortalecimiento de las estructuras estatales que entonces se iniciaron por la ONU, la Unión Europea y la Unión Africana. 


Hoy Somalia forja su historia de guerra y hambre asediada por una milicia radical, Al Shabah, que pretende instaurar en la región un régimen islámico desquiciado, que niega la situación de hambruna en el territorio, dificulta la asistencia del Programa Mundial de Alimentos y prohíbe a los somalíes salir del país. Tribus, clanes, milicias, señores de la guerra, sequía, políticas de desarrollo inútiles, hambre, muerte. La historia se repite una vez más y, mientras tanto, los datos indican que la producción anual de alimentos permitiría dar de comer al doble de la población que hay en el mundo. Los mismos datos que confirman que algunos espectadores cambian de canal cuando aparecen noticias relacionadas con el dolor o con el hambre.[1]

Desconozco el grado máximo de sufrimiento o deshumanización al que puede llegar el ser humano, aunque la noticia de una mujer obligada a abandonar en el desierto a uno de sus hijos para salvar a otro me da cierta idea de ello. 


También desconozco hasta qué punto la saturación de noticias relacionadas con el hambre o la proliferación de fotos de niños convertidos en ojos y huesos puede contribuir a que sigamos mirando hacia otro lado. “Una única muerte es una tragedia, un millón de muertes es una estadística”, afirmaba Stalin. 

Pero la realidad es tal y como la describen las asociaciones humanitarias: la población de Somalia y de algunas regiones de Etiopía y Kenia agoniza.

Vivimos tiempos en que cada día vemos abrirse nuevos frentes combativos de lucha social. Que la dignidad del Cuerno de África sea también uno de ellos.


Por: Rocio Orovengua.


(1) http://www.rtve.es/alacarta/videos/informe-semanal/informe-semanal-somalia-olvido/1183781/

sábado, 3 de septiembre de 2011

La importancia de no haber nacido en África

¿Por qué tiene que ocurrir?
Doce millones de personas nacidas en Mogadishu, Etiopía, Kenia … están condenadas a la hambruna y a la muerte. 

Las organizaciones humanitarias vaticinan un incremento de hasta los 15 millones en los próximos meses, cifra poco relevante para llamar aún la atención de la comunidad internacional, anquilosada en la crisis económica y en dar satisfacción a los cansinos mercados.

Una comunidad internacional que olvida que la actual situación de África será también un motivo de crisis internacional en breve, cuando, huyendo de la hambruna y la enfermedad, los movimientos migratorios lleguen a Europa tan masivamente que conviertan la llegada de pateras en meras anécdotas del pasado.

En 2010, el terremoto de Haití provocó la muerte de 350.000 personas. Los terremotos-tsunamis de Japón de este año y del Pacífico Sur en septiembre de 2009 segaron la vida de 2.000 y 400 personas, respectivamente. El despliegue informativo internacional de estas catástrofes fue arrollador. La ayuda humanitaria se acumulaba en los aeropuertos. Las imágenes de las catástrofes y del sufrimiento de estas poblaciones compartían nuestra comida-cena todos los días en los telediarios. En África, serán 15 MILLONES de personas afectadas, de las cuales, siete fallecen cada día. 


¿Desde cuándo llamarse “África” es un salvoconducto para mirar a otro lado?

Hagamos el siguiente ejercicio mental para visualizar de cuántos millones de personas estamos hablando. El estadio que albergará los juegos olímpicos de Londres en 2012, tendrá una capacidad para 80.000 personas. Imaginemos 187 estadios olímpicos repletos de caras y cuerpos como los de los afectados por la hambruna en los países del Cuerno de África. No es morbo.

¡Es una realidad!


Autor: Paz Ruiz-Zorrilla.

jueves, 25 de agosto de 2011

UN CIELO AZUL AL QUE PODER MIRAR Y SOÑAR

Una historia de dos niños.
Soledad tiene trece años y su hermana, Esperanza, cumplirá ocho pronto. Salieron huyendo de su pequeño poblado africano, en Zimbabue, en busca de seguridad y comida; pero sobre todo cariño y afecto. Posiblemente estas dos simples quimeras fueran la verdadera causa de su búsqueda.

Tras largos días de penalidades y fatigas, por caminos polvorientos y secos, esperaba poder llegar a un campamento de refugiados cerca de la frontera. Soledad apenas podía sostenerse en pie, debido al gran esfuerzo físico realizado y por tener que cuidar de su pequeña hermana, Esperanza.

Hacía varios días que Soledad no comía, ya que el poco alimento de que disponían lo había reservado para su hermana, sin que esta se diera cuenta. Soledad había enflaquecido mucho, pero sus preciosos ojos aún conservaban esa humanidad extraordinaria que tienen las personas que solo poseen corazón y amor para los demás.

Desde que salieron huyendo en busca de un lugar mejor, Soledad no dejaba de pensar en los días en que eran una familia y vivían humildemente en su pueblito, junto a su madre y una tía, quien les preparaba tortitas de maíz de tarde en tarde y les contaba pequeñas historias que sucedieron cuando todo era más sencillo y la vida trascurría sin sobresaltos.

Recordaba un cielo azul al que poder mirar y soñar; una familia con la que compartir las cotidianidades diarias; los juegos con su hermana Esperanza y sus primas. Los días en el colegio le gustaban especialmente porque tenía muchas ganas de aprender y quería ser maestra, como su madre, y poder enseñar todo lo aprendido a su gente más cercana.

Ahora solo deseaba cuidar de su hermana Esperanza y poder dejarla en un lugar seguro, donde las cosas volvieran a ser como antes. La muerte de su madre, ocurrida tiempo atrás cuando aquellos hombres malos llegaron al pueblo, violando y matando a todas las mujeres y arrasando todo cuanto había sido su mundo, ya formaba parte de su cruel pasado. Añoraba las tortitas y las historias de su tía y un cielo azul al que poder mirar y soñar.

Tampoco quería recordar lo que uno de aquellos hombres malos le hizo a su pequeño y frágil cuerpo arrancándole un pedazo de su alma. Solo anhelaba encontrar un lugar seguro para su hermana Esperanza. La vida se le escapaba de su cuerpo con cada nuevo paso, pero Soledad no se rendía y seguía luchando y sacando fuerzas de donde ya apenas quedaba nada. Se agarraba a su hermana Esperanza para sentir que toda su familia, y todo su mundo, estaban allí, a su lado, esperando un cielo azul al que mirar y soñar.


Autor: Juan Llin.

sábado, 13 de agosto de 2011

AFRICA SE MUERE… ¡NO LE DES LA ESPALDA!

¡Impactante, pero muy real!
Esta es una iniciativa sin ánimo de lucro impulsada por un grupo de personas, vinculadas al community management, que se ha propuesto dar a conocer al mayor número posible de gente la durísima realidad de África y animarles a colaborar con los medios a su alcance: dinero, comida o ropa, voluntariado, etc.

“AFRICA SE MUERE… ¡NO LE DES LA ESPALDA!” no es una ONG, sino una Causa. Una causa común. Nos comprometemos a trabajar día a día en la difusión por todos los medios de las vergonzosas condiciones de vida que sufren millones de personas en algunas zonas del continente africano. Medios que incluirán sitios web en redes sociales, blogs, y colaboraciones con las ONGs que ya desarrollan una labor admirable combatiendo el hambre y la miseria en esos lugares.

Gritaremos bien alto para que todo el mundo, esté cerca o lejos de nosotros, nos oiga y conozca aunque sólo sea un poco la insoportable vida que llevan esos seres humanos por el simple hecho de haber nacido lejos del mundo opulento… Sin duda nuestros post, fotografías y videos herirán la sensibilidad de muchos, pero les pedimos que no aparten la vista, porque esta desagradable realidad podría ser la suya si les hubiese tocado nacer en esos países.

Y si tú, que has tenido la decencia de no apartar la vista, te preguntas “¿qué puedo hacer yo?”, te daremos multitud de opciones que te llenarán de esperanza, porque te mostraremos las actuaciones que ya están funcionando y dando frutos. También eso va formando parte ya de la realidad de esos países de África: regiones que comienzan a ser autosuficientes, familias y pueblos que empiezan poco a poco a levantar cabeza…

¡Pero queda tanto por hacer aún!

África se Muere… ¡No le des la espalda!

¿Te apuntas?