martes, 6 de septiembre de 2011

Mogadiscio











Incluso la descripción de esta ciudad en la Wikipedia resulta pobre y escuálida en español. Veinte años de guerra y destrucción la han convertido en la capital del hambre, de la hambruna, de lo que UNICEF llama, con lo que parece un eufemismo, “crisis nutricional”

De Somalia supimos ya hace años que es un país caótico cuando la piratería en sus costas amenazaba cada día el transporte marítimo internacional. Para entonces, la prioridad era garantizar la seguridad de los buques. Poco se supo de los grandes proyectos de ayuda financiera y fortalecimiento de las estructuras estatales que entonces se iniciaron por la ONU, la Unión Europea y la Unión Africana. 


Hoy Somalia forja su historia de guerra y hambre asediada por una milicia radical, Al Shabah, que pretende instaurar en la región un régimen islámico desquiciado, que niega la situación de hambruna en el territorio, dificulta la asistencia del Programa Mundial de Alimentos y prohíbe a los somalíes salir del país. Tribus, clanes, milicias, señores de la guerra, sequía, políticas de desarrollo inútiles, hambre, muerte. La historia se repite una vez más y, mientras tanto, los datos indican que la producción anual de alimentos permitiría dar de comer al doble de la población que hay en el mundo. Los mismos datos que confirman que algunos espectadores cambian de canal cuando aparecen noticias relacionadas con el dolor o con el hambre.[1]

Desconozco el grado máximo de sufrimiento o deshumanización al que puede llegar el ser humano, aunque la noticia de una mujer obligada a abandonar en el desierto a uno de sus hijos para salvar a otro me da cierta idea de ello. 


También desconozco hasta qué punto la saturación de noticias relacionadas con el hambre o la proliferación de fotos de niños convertidos en ojos y huesos puede contribuir a que sigamos mirando hacia otro lado. “Una única muerte es una tragedia, un millón de muertes es una estadística”, afirmaba Stalin. 

Pero la realidad es tal y como la describen las asociaciones humanitarias: la población de Somalia y de algunas regiones de Etiopía y Kenia agoniza.

Vivimos tiempos en que cada día vemos abrirse nuevos frentes combativos de lucha social. Que la dignidad del Cuerno de África sea también uno de ellos.


Por: Rocio Orovengua.


(1) http://www.rtve.es/alacarta/videos/informe-semanal/informe-semanal-somalia-olvido/1183781/

No hay comentarios:

Publicar un comentario